Corso Le Lingue e le Culture Precolombiane 2008
I S T I T U T O  I T A L O  L A T I N O A M E R I C A N O  ( I I L A )

La formación de los imperios andinos: Wari, Tiwanaku, Chimú e Inka.
 

Dott. Alvaro Higueras, Roma, 15 abril 2008

Indicaciones previas

Este documento reproduce el contenido general de la charla con algunos detalles descritos en mayor profundidad. Para algunos casos, haré referencia a otros documentos.

En este documento se hace referencia a ejemplos gráficos en el modulo Flash (referidos con la abreviación FL). Este  >> documento de apoyo gráfico <<  se abrirá en una nueva ventana. Inicie su proyección pulsando el icono abajo a la izquierda.
Luego en la  >> pantalla 2 [FL 2] <<  lea las instrucciones para ver los módulos en las pantallas siguientes.  El mismo icono indica los recursos que pueden ser pulsados.


Quisiera agradecer al profesor Campa y a Juan Valenzuela por la oportunidad de conversar sobre un importante problema de arqueología andina: la formación de las sociedades imperiales en los Andes Centrales. (FL 1 y FL 2)

Una definición. Un imperio es una organización política centralizada con un amplio control de extensos territorios que incluyen distintos grupos étnicos allende la metrópoli. Estos grupos, divididos entre pueblos amigos y aliados, por un lado, y de pueblos subyugados, dominados y en muchos casos desarraigados, contribuirán a su manera al funcionamiento del sistema, usualmente con sus tradiciones económicas, religiosas y políticas. Su territorio es organizado con un sistema administrativo y político jerárquico (usualmente de 4 o más niveles…capital, sitios secundarios, sitios terciarios, etc. …como es el caso en Mesopotamia del periodo Uruk Tardío: jerarquía de sitios en FL 3. Y existe una estrategia militar rígida y de control de sus tierras, con pueblos dominados por un control militar directo, concentrado en los focos con problemas o zonas fronterizas, o indirecto en áreas sin ejércitos imperiales que se controlan con tropas de pueblos leales al emperador.

Ciertamente el imperio es la siguiente etapa en la evolución de la complejidad política del estado. Todos los imperios son estados, mientras lo contrario no es siempre correcto. No todos los estados se adhieren a una política de conquista y dominación de territorios de otros pueblos.

El uso de casos comparativos es muy útil pues hacer comparaciones con otros imperios, como el romano o el que vimos de Irak, permite establecer hipótesis de trabajo que mejoran nuestra comprensión de los procesos ocurridos en las sociedades andinas. Tal es el fin de las ciencias sociales: comprender la evolución de las sociedades humanas a partir de la diversidad de casos que podemos estudiar con sus restos materiales o documentales. Cada investigador, desde su región o tema, contribuye a este objetivo enciclopédico. En otras palabras, entender a la sociedad Inca en si misma es de poco interés, mientras que su estudio adquiere otras dimensiones cuando comparamos su estructura con desarrollos anteriores en los Andes, todos sin escritura, o con aquella azteca, o sus métodos de reorganizar territorios con aquellos de la sociedad babilónica.


La arqueología es una disciplina a veces rara en esta serie de encuentros F, y ello es comprensible por el numeroso contingente de estudiosos de temas relacionados con el desarrollo de la cultura y religión europeas en las Américas. Así, las ponencias se orientan hacía la historia y etnografía. En este marco, un periodo de sumo interés es de la transición del sistema político de las sociedades americanas, pasando de ser imperios nativos tanto en Mesoamérica como en los Andes Centrales, en México y Perú, a ser parte de un nuevo imperio, aquel de Castilla (FL 3). El periodo de transición entre imperios es muy difícil en toda circunstancia histórica, afectando tanto la población y su organización social como las estructuras políticas que se desmantelan y aquellas que se restablecen en su lugar.

Hemos observado este fenómeno en algunas ponencias de este curso, especialmente por el profesor Ferrer que disertó sobre las observaciones de Sahagún de la desintegración de las instituciones aztecas durante el difícil periodo del siglo XVI. Un fenómeno similar ocurre en los Andes, donde, después de desmantelar el orden establecido del imperio Inca, le toma casi medio siglo a España establecer alguna estrategia imperial clara y coordinada para dominar la región. Esta estrategia se plasma en las Reformas Toledanas a partir de 1570. Estas incluyeron la decisión de acabar con el titulo de Inca y su dinastía que había sido mantenida por el gobierno colonial –los Incas se habían bautizado y habían tomado nombres cristianos--, de iniciar una fuerte extirpación de idolatrías y cambios drásticos en la administración colonial y el sistema de tenencias de tierras. Los Incas coloniales habían reaccionado ocasionalmente al nuevo imperio con varias rebeliones y un ataque al Cusco; más tarde en el siglo XVII, desaparecida la dinastía nativa, ocurrirá la insurgencia del mito mesiánico de Inkarrí que imaginaba el retorno del Inca al poder. Un mito algo diferente había favorecido a su vez también a Pizarro en los albores de la conquista, cuando todos, incluyendo Atahualpa, lo tomaron por Viracocha, el Dios Creador andino. Sin sospecharlo Pizarro se encuentra protagonista esencial del nudo político andino: el mito de Viracocha contaba del retorno del Dios descrito como “blanco y barbudo” y que vendría del mar para restablecer el orden del mundo, un orden que se veía deteriorado por la guerra de sucesión sin fin. (FL 4)

¿Existía en 1532 un orden establecido en el imperio? ¿Era la guerra de sucesión parte de ese “orden”? ¿Era ese conflicto un paso preliminar a la autoridad del nuevo Inca? No es inusual que el sistema de herencia en sociedades estatales prehistóricas requiriera una lucha entre herederos (que no tenían siempre una sucesión hereditaria lineal). Esta hipótesis de la lucha del poder y, más aun, la idea de reinados duales, con dos soberanos coetáneos, son nuevas ideas de investigación aplicadas al estudio de las sociedades Chimú e Inca, ambas imperiales y con la mayor información en crónicas en el siglo XVI. Cierto que en estas las dinastías siempre se han reconstruido en forma de herencia lineal, como ocurría en Europa. Pero desde el punto de vista arqueológico, del estudio de los restos materiales, se ha hallado evidencia para proponer estas hipótesis de gobiernos duales, especialmente en Chan Chan con la sociedad Chimú.

Se sugiere entonces que en 1532 la guerra de sucesión de Huayna Cápac entre dos de sus hijos duraba ya varios años sin resultado decisivo, aun si Huáscar había sido ajusticiado por Atahualpa poco antes de la llegada de Pizarro. Pizarro y sus huestes llegan a Tumbes en un periodo accidentado, de fuerte desgaste de la estructura del imperio –en el caso de una sociedad imperial las alianzas con los pueblos del territorio y el correcto emplazamiento de los ejércitos en los lugares estratégicos-- debido al duelo por su control. Lo que ocurre con el imperio inca no es diferente a los efectos de una guerra civil que no se resuelve de manera expedita. Aunque sociedades pueden sobrevivir largos periodos de dificultades como el caso de esta ciudad y la sociedad romana entre el 90 y 27 a.C. cuando fue sometida a una constante guerra civil que solo se resolvería con la formalización del sistema político imperial de Augusto. Regresando a los Andes, en aquel periodo los muchos pueblos subyugados por el Inca Huayna Cápac (y con quien habían establecido alianzas que caducaron con su muerte) trataban de redefinir sus lealtades sea con Quito o con Cusco, las ciudades más importantes del imperio. Así, Pizarro significa entonces la introducción de una tercera opción para los pueblos andinos: una alianza con el Viracocha. Pizarro puede entonces restablecer, para algunos, un orden del mundo que los mismos incas habían restablecido a su vez un siglo antes.

Como toda entidad política, un imperio florece en un estado equilibrado de paz interna. Se conoce la Pax romana inaugurada por Augusto, y el concepto se ha también aplicado a los Andes con la “Pax incaica”. Un periodo de “Pax” se establece con las alianzas con algunos pueblos, que adquieren estatus especial, y la dominación y destrucción de otros que se resisten al poder imperial y sus requerimientos como tributo, subyugación y al final, lealtad. La regla es simple para mantener la Pax: si un pueblo se rebela o reniega sus alianzas es súbitamente arrasado y destruido. En el caso los Andes, se sabe poco de estos eventos para épocas anteriores a los Incas. Durante la expansión del imperio inca, se sabe, debido a los movimientos de poblaciones en las regiones del imperio, de la existencia de focos de resistencia al poder del Cusco. Además, los primeros cronistas como Cieza estuvieron muy atentos a este tipo de resistencia anti-Cusco…una fuente de ayuda al avance de Castilla.

Se podría argüir que España llega a las Américas sin haber establecido una estrategia imperial, y su dominio se reduce a la tarea de evangelizar y a la explotación de minerales mientras que las tierras se ordenan de manera feudal. Esta falta de planificación contrasta con las estrategias imperiales del imperio inca que de manera expedita incorpora territorios, reorganiza las poblaciones, explota sus recursos, y establece una red tanto de caminos como de alianzas que sustentan la estructura imperial. La expansión inca se inicia aproximadamente en 1450-60 con el Inca Pachacuti, poco después de darse cuenta de su vulnerabilidad frente a los Chancas, y dura hasta quizás 1515 cuando se conquistan las tierras de Quito y de Alto Magdalena por el norte, y las tierras centrales del Maule, en Chile, por el sur. Es claro que existía plan adecuado, y una gran capacidad organizativa, para poder conquistar un territorio de 4600 Km. de largo en un periodo de 60-70 años. Y esta expansión se hace tanto frente a sociedades regionales como frente a sociedades de carácter imperial como la sociedad Chimú.

Claramente las primeras décadas del siglo XVI fueron difíciles para ambos imperios a los lados del Atlántico. El naciente estado moderno de España se veía ya afectado por una crisis administrativa con una escasez de una burocracia preparada y de una clase económica hábil, que expulsada en 1492, llega a estos mismos barrios romanos en los que nos encontramos hoy. Y para complicar las cosas se encuentran con extensos territorios a ser explotados y dominados. De igual manera, el aun joven estado imperial Inca no superará la crisis de sucesión.

La juventud del imperio y el inmenso territorio que conquistaron lo hace un caso único. Sin embargo, no todo el territorio conquistado es de provecho de un imperio sino que la administración y explotación imperial se concentrará en ciertas regiones mientras que otras son dominadas para servir de áreas de “protección”. Además los incas no crean ni el primer imperio andino ni el más longevo. Más aun, no son un imperio que al invertir su patrimonio se destaque por su capacidad artística, siendo en realidad la sociedad andina menos imaginativa y menos compleja en su iconografía (FL 5). Todo lo que lograron los incas ya se había hecho en algún momento en los Andes, excepto, por supuesto, construir algo tan deslumbrante como Machu Picchu (FL 6). Los problemas que genera un sitio tan fascinante es tema de la gestión de patrimonio cultural y será tratado por el Profesor Pastorelli (programa del curso 2008). En el contexto peruano sólo quiero mencionar lo difícil que es atraer visitantes a otras ricas rutas turísticas como Lambayeque.

(FL 7) El tema de los imperios andinos me es muy cercano. Realicé mi tesis doctoral en el valle de Cochabamba, Bolivia, estudiando la evolución del asentamiento prehistórico con la intención de observar los cambios que ocurrían durante el Horizonte Medio, cuando se desarrolla la sociedad Tiwanaku (entre el 500 y 1000 d.C.), es decir estudiar la forma en que las poblaciones se distribuían y asentaban en el valle y como explotaban las tierras agrícolas. En Cochabamba se buscó definir el tipo de cambio generado por una sociedad supuestamente más poderosa, llegada del Altiplano, denominada “imperial” sin mayores pruebas, y comprobar si tal figura de dominio “imperial” ocurrió durante el Horizonte Medio.

Por ello, y antes de entrar en más detalles, revisemos la evolución prehistórica de los Andes Centrales y Centro Sur, destacando los aspectos que nos ayudarán a entender el proceso de evolución política hacia formas de organización de tipo imperial.

(FL 8Cronología - Expansión de las sociedades andinas en sus diferentes periodos.
- Horizontes e Intermedios, hiatos políticos entre situaciones imperiales se caracterizan por periodos de ocupación foránea o de desarrollo de formaciones regionales. Confederaciones de valles.
- Cupisnique y Chavín – fenómeno religión – homogeneidad estilística y ritual. No se vuelva a mencionar.
- Sociedad Moche, estado, jerarquía, organización laboral, especialización. No se vuelva a mencionar.
- Wari y Tiwanaku: los imperios.
-La sociedad Chimú se constituye en un imperio costeño, que domina los valles desde Tumbes y Huarmey. En los nuevos valles bajo su control, el imperio construyó asentamientos que siguieron los patrones arquitectónicos vistos primero en Chan Chan: audiencias, recintos residenciales, decoración de barro y tipos de adobe.

Para mayor detalle sobre cada periodo, refierase a Módulos Flash: La Secuencia Cultural de los Andes Centrales.


(FL 9) Ecología y pisos verticales, en una acuarela de A. v. Humboldt, verticalidad. Expansión en busca de recursos…medio ambiente andino. Tradicional sistema de subsistencia que busca colmar la falta de recursos en la sierra y el altiplano…los pueblos mantienen vínculos de parentesco y derechos en el altiplano. Sistema aun en uso en las primeras décadas de la colonia.

La prehistoria de los Andes se amolda a ciertos patrones generales de evolución política, como es la secuencia de etapas sucesivas de sociedades más simples hacia sociedades más complejas…de bandas a tribus, de tribus a cacicazgos y de cacicazgos a estados –con la opción que en una región algunos estados se convertirán en imperios (FL 10). En China, Egipto, India, Mesoamérica y los Andes, regiones foco de civilización, la evolución es rápida y se llega al nivel de organización estatal muy temprano en la prehistoria. Todas esta “civilizaciones” comparten ciertos rasgos (administración centralizada, estratificación de clases, jerarquía de asentamientos, control de mano de obra…etc.) y estos rasgos se encuentran en su mayoría juntos. Aun así, las sociedades andinas tiene ciertas peculiaridades: por ejemplo, las sociedades comienzan desde el 2200 a.C. a construir grandes pirámides truncadas, cuando aun no tenían cerámica ni agricultura; también las sociedades andinas llegan en múltiples oportunidades a crear sociedades estatales pero en ningún caso tienen escritura. El uso del quipu en la administración de la sociedad Inca puede haber también sido más antiguo como vimos en Caral, así como el ayllu, la célula social de parentesco con funciones productivas y de tipo autárquico. Por otro lado, y a diferencia de otras sociedades como la egipcia, la evolución de sociedades andinas muestra constantes cambios en los estilos artísticos y capacidades técnicas de su cultura material. Mientras la sociedad egipcia tuvo una única vena artística a lo largo de 2500 años, las sociedades andinas, siempre en renovación política, varían drásticamente sus estilos a través del tiempo, aun si la Divinidad de los báculos será un motivo central en varias sociedades.

(FL 11) Es un caso raro en la historia que algún imperio le suceda a otro de forma exitosa. Se necesita de un contexto político muy especial para que un estado conquiste a otro y de manera inmediata logre establecer una situación pacífica y ordenada: ello ocurre cuando las conquistas se hacen con alianzas y matrimonios, y cuando se mantienen las estructuras políticas anteriores. Es el caso del imperio macedonio de Alejandro, que de un pequeño territorio en el norte de Grecia, llega a dominar todo el Cercano Oriente y al imperio persa. Alejandro establece su capital en Babilonia adaptándose a una organización ya existente.

Ocurre un caso diferente en los Andes. El imperio Chimú, un mini-imperio que domina todos los valles desérticos de la costa norte, es conquistado por el creciente maxi-imperio Inca. El dominio inca de los territorios Chimú se concentrará en los lugares de extracción de cobre y producción de bronce arsenical en el valle de Lambayeque. Por otro lado, el inmenso sitio de Chan Chan es abandonado, sin importancia para los incas, que usan el valle como área de paso. Ciertamente, los incas se llevan muchos joyeros y tejedores de los talleres de la ciudad al Cusco.

Pasemos entonces a ver con mayor detalle los tres periodos de formación imperial en los Andes. En la exposición enfatizaremos tres aspectos importantes de estas formaciones: la arquitectura estandarizada de los nuevos sitios, la red de comunicaciones, y las transformaciones del paisaje, aspectos que cubren el quehacer del sistema imperial desde la administración hasta el aspecto ritual.

(FL 12) Es también interesante, y a diferencia de lo que comunican los gráficos de distribución de las sociedades andina que vimos hace poco, establecer que los métodos de conquista de imperios, o de la expansión de las poblaciones andinas, no se producen con una ocupación continua del territorio, como podrían dar a entender esos gráficos. Los imperios establecen diversos métodos…directo…indirecto…por etapas o sucesivo (en el caso de imperios que se mueven lentamente vs. aquellos que disponen de un sistema de conquista más rápido)… y a ello se añade el sistema de verticalidad (que vimos en la parte de ecología). El estudio de la evidencia arqueológica que atestigua de un sistema de verticalidad, de colonias de sociedades serranas o altiplánicas en los valles (como parece ser el itinerario preferido, de las alturas a buscar productos de la costa) es especialmente rico para el valle de Moquegua durante el Horizonte Medio (flash). En este periodo se identifican asentamientos de sociedades altiplánicas, ligadas a la sociedad Tiwanaku, pero además era un valle fronterizo con sitios de la sociedad Wari, cuyos pobladores también explotaban las ricas tierras del valle medio.


HORIZONTE MEDIO

El primer periodo de formación imperial ocurre entonces en el Horizonte Medio, en el que se desarrollan las sociedades Tiwanaku y Wari. Estas dos formaciones no tendrán la misma estructura política, aun si están ligadas por aspectos religiosos. Tiwanaku, con su sitio más importante a orillas del lago Titicaca, es un fenómeno más temprano que influencia a las poblaciones de la región de Wari en Ayacucho. Esta influencia es sobretodo de carácter religioso puesto que la iconografía Wari girará en torno a la divinidad de los báculos central en la iconografía Tiwanaku (2 imágenes). El panorama de los Andes se complica cuando sabemos ambas sociedades coetáneas, aun teniendo una iconografía similar, desarrollan un sistema político completamente diferente.

(FL 13) La “expansión” Tiwanaku en este periodo se identifica por la dispersión de objetos de su estilo en los Andes Centro-Sur. Los objetos de estilo Tiwanaku se concentran en algunos sitios de la región, fruto del comercio con caravanas de llamas y no con ejércitos de conquista. Las caravanas movieron bienes exóticos, alimentos como papa y quinua, y artefactos rituales del Altiplano hacia la periferia. En su viaje de regreso trajeron ají, maíz, algodón y coca para ser consumidos por las poblaciones del Altiplano. Este movimiento de bienes estaba acrecentado por la importancia de la religiosidad del sitio de Tiwanaku durante este periodo, que funcionaba como un importante sitio de peregrinación (no muy diferente a la función del Vaticano hoy en día). >KEROS Como es imposible que se transportara todos objetos del centro, se crean estilos locales imitando el estilo Tiwanaku; se nota la diferencia en la región entre el estilo Tiwanaku del centro y los estilos provinciales.

Así, la presencia Tiwanaku no es homogénea, ni en la forma de la dispersión de artefactos ni en su arquitectura. La evidencia arqueológica parece sugerir que la tradición Tiwanaku fue creada mas bien por una federación de comunidades (o congregación de ayllus) o ayllus independientes para quienes el sitio de Tiwanaku tenía una suprema importancia religiosa. Los ayllus en el altiplano establecían con el sistema de verticalidad aldeas en diferentes ambientes ecológicos de donde, en contacto permanente con sus pobladores, recibían los alimentos, y ellos a su vez les proporcionaban otros bienes. Un detalle importante es que los “colonizadores” no perdían sus vínculos legales ni de parentesco con el ayllu originario.

Concluimos entonces que la sociedad Tiwanaku tiene una dispersión de su cultura material que no es fruto de una estrategia imperial pero que responde a necesidades de subsistencia. Ciertamente las sociedades de carácter imperial también se expanden por necesidades de adquirir productos pero lo hacen de forma diferente, de forma imperial.

Para un mayor desarrollo sobre el tema vea La Sociedad Tiwanaku en los Andes Centro Sur.

(FL 14) El fenómeno Wari y la arquitectura ortogonal.
La sociedad Wari se extiende en los Andes Centrales por medio de conquistas militares…pero la presencia Wari en una región dependerá de su potencial de recursos y del carácter de la ocupación local. Wari construirá tanto complejos administrativos con plano ortogonal para controlar el valle, su producción y sus pobladores, en valle de alto interés, como sitios menores con rasgos básicos de su arquitectura, que, a veces, se integra a asentamientos locales en regiones ricas con ocupación preexistente, o valles que se dejan sin ocupar, camino a otras regiones.

Todo se inicia en el valle de Ayacucho en el sitio de Wari, y los cambios en las regiones se notan por la arquitectura administrativa del plano ortogonal, como es el caso de Azángaro. Sus tres rasgos arquitectónicos son:
(1) Recinto rectangular amurallado; (2) división tripartita en el recinto; (3) estructuras internas que se definen por el plano ortogonal. Habrá ciertas variaciones en los componentes pero que se mantienen con un plano ortogonal.
 

Detalles de la expansión Wari
SUR. Piquillacta, en el valle de Lucre (Cusco), Jincamocco, en el valle de Carhuarazo, y Collata en el valle de Cotahuasi. La frontera sureña de la expansión Wari será el valle de Moquegua. Cerro Baúl y Cerro Mejía son dos sitios Wari fortificados ubicados en cerros del valle alto limitando con el valle medio. El valle medio tiene ricos suelos agrícolas, y es ocupado por poblaciones Tiwanaku.
NORTE. Valle de Mantaro, el sitio de Wari Willka, Callejón de Huaylas, sitio ritual: Willka Wain, un sitio usado originalmente por poblaciones locales. Honco Pampa, es el sitio administrativo más grande del Callejón, pero con sus patios y recintos cuadrangulares falla en tener un plano ortogonal. Huamachuco, Viracochapampa, poca ocupación. Marcahuamachuco. El límite norteño en la sierra para la expansión Wari será el valle de Cajamarca. Santa Delia es uno de los sitios Wari más extensos del mundo andino: más de 50 ha, con patios, recintos, corredores y almacenes dispuestos en un plano ortogonal.
COSTA. Encontrará a dos sociedades en decadencia: Nazca al sur y Moche al norte.
Una en constante florescencia: Pachacamac. Y será vital en la formación de la sociedad Sicán. La sociedad Wari coexiste en la costa con grupos locales. Ello resulta en influencias iconográficas en cerámica y textiles, y en nuevas formas arquitectónicas. Nazca y Robles Moqo, con sus entierros con jarrones de iconografía Wari, y Huaca Loro, con recintos y distribución del sitio en estilo Wari. Pachacamac, un santuario de las sociedades de los valles de Lurín y Rímac, tendrá un nuevo templo en el Horizonte Medio construido por miembros de la sociedad Wari (Para un mayor desarrollo sobre el sitio
El Santuario Andino de Pachacamac). Cajamarquilla, en el valle del Rímac, es un sitio de plano ortogonal construido durante el periodo de influencia Wari al margen de los prósperos centros urbanos de la sociedad Lima en el valle bajo. Socos es un sitio de afiliación Wari de plano ortogonal con grandes recintos amurallados. Chimú Capac en el valle de Supe muestra una tenue evidencia material Wari en un asentamiento de la sociedad local, que era bastante menos compleja que la sociedad Lima.

Para un mayor desarrollo sobre el tema vea La Arquitectura Ortogonal de la Sociedad Wari. También Iconografía Textil Wari - El Análisis de Alan Sawyer.


(FL 15) El estudio de la región de Cochabamba brinda dos importantes problemas a nuestro tema: (1) Establecer que la sociedad Tiwanaku y sus ayllus tienen una estrategia de ocupación que cambia poco a la organización local, pero que se concentra en los bolsillos de tierras más ricas; y (2) Comparar esta adaptación con la de la sociedad Inca.

El imperio inca ocupa el valle hacia el 1480-1490 d.C. y emprenderá una de las reestructuraciones territoriales más importantes del mundo andino. La población oriunda de habla aymara fue desplazada con la intención de explotar sus ricas tierras y se le remplaza con contingentes de mitmaquna de etnias Chachapoyas y de Quito, ambas de habla quechua, poblaciones subyugadas por su resistencia al imperio y por ende desarraigadas así a miles de kilómetros de su llacta. Un reflejo de la importancia de la producción de maíz en Cochabamba es la existencia del complejo de collcas más grande de los Andes, con más de 2400 estructuras de almacenamiento cerca de las tierras agrícolas. Aprovecho para mencionar que fue el notable etnohistoriador francés Nathan Wachtel quien documentó este movimiento poblacional, así como introdujo en el debate del proceso de desintegración de la sociedad inca el tema de la “visión de los vencidos” en el que se explora el proceso de integración y coexistencia, ciertamente dificultoso, de las poblaciones andinas al nuevo imperio. Este mismo curso, el profesor Antei mencionaba el caso del sincretismo religioso de Tonantzin-Guadalupe como parte del proceso de integración. En los Andes parte de la religiosidad nativa será cercenada con la destrucción de las momias de los Incas y la extirpación de idolatrías, o sea de huacas y de ídolos. Claro que muchas de las huacas eran peñones, manantiales, cerros, fenómenos naturales es decir indestructibles. El fenómeno de sincretismo se plasma en el Señor de los Temblores del Cuzco, que adornado con ñucchu, y venerado en procesión como lo hacían las momias de los Incas, hace clara referencia a los conceptos de poder telúrico esencial en la vida andina.

El estudio en Cochabamba nos provee un excelente ejemplo acerca de la metodología comparativa y algunos de sus excesos. ¿Es válido interpretar la ocupación de la sociedad Tiwanaku de Cochabamba, que ocurre unos 700 años antes de la presencia Inca, con la misma intensidad y escala con la cual lo demostró Wachtel para los Incas? Antes de mi estudio se asumía que la ocupación de Cochabamba por poblaciones Tiwanaku se hace con vastas colonias agrícolas establecidas con poder militar, imitando la estrategia Inca. Aquí hay dos problemas: primero, asumir que la sociedad Tiwanaku es un imperio militar como el Inca y extrapolar las características imperiales de una a otra; y segundo, una pobre interpretación de la evidencia muy heterogénea como ya vimos de material Tiwanaku y la carencia de una arquitectura administrativa del periodo.

(FL 16) Periodo INTERMEDIO TARDIO.

Sociedad imperial, arquitectura monumental.
La ciudad de Chan Chan fue construida por la sociedad Chimú a partir del 1100 d.C., sobre el litoral del valle de Moche en la costa norte de Perú. El sitio tiene una superficie de 10 Km2 con diez grandes ciudadelas y construcciones circundantes; es el más vasto sitio prehispánico de los Andes. La ciudad es habitada hasta el 1470 d.C. cuando la sociedad Chimú es conquistada por los Incas, y su territorio es integrado en el imperio del Tawantinsuyu.
Veamos la ciudadela de Tschudi, un buen ejemplo de la combinación de áreas funcionales de las ciudadelas de Chan Chan. La ciudadela es amurallada, aislada de los barrios de vivienda y talleres de la mayoría de la población.
>La entrada principal está en el muro norte. Se entra primero a una amplia plaza abierta, amurallada, decorada con frisos de barro en relieve, policromos.
>Otra amplia plaza, de acceso más restringido, se encuentra en un barrio interno. Se accede a ella por una serie de grandes cuartos. Esta segunda plaza lleva a cuadras recluidas de cuartos finamente decorados, que habrían sido las viviendas de la élite. >Tschudi es una de las pocas ciudadelas que tiene un pozo de agua interno para abastecer de agua a la élite y servidumbre de la ciudadela. Tiene agua fresca a pesar de su cercanía al mar.
>Luego esta el área para a la administración de la ciudadela. Es una cuadra de celdas pequeñas y adyacentes en forma de U, en torno a un patio abierto. La celda es la llamada audiencia y es usada para almacenaje y funciones de control burocrático.
> La plataforma funeraria se encuentra en el núcleo de la ciudadela, en la zona menos accesible, y su vez amurallada.
>Finalmente, en la última esquina de la ciudadela se encuentra un barrio que albergó un número limitado de viviendas aglutinadas para los trabajadores que participaban de la vida diaria de la ciudadela.

¿Cómo se desarrolló Chan Chan en sus tres siglos de existencia? ¿En qué orden se construyeron las diez ciudadelas?
Una primera evidencia importante para definir la fecha de construcción de las ciudadelas es la evolución forma del adobe ("ladrillo" de barro secado al sol) y los cambios en la forma de la audiencia.

Una primera versión de la reconstrucción de la ciudad sugiere una construcción sucesiva de las ciudadelas, que no presupone una perfecta sucesión lineal pues en ciertos casos algunas ciudadelas que comparten rasgos similares fueron construidas en el mismo periodo. Por otro lado, se sabe poco de los gobernantes de Chan Chan y del imperio Chimú. Hay una lista de nombres legendarios registrados para los "reyes", en una sucesión lineal (a manera europea). Pero estos no han sido, con razón, correlacionados a las ciudadelas.

Una segunda versión es algo más interesante, y se relaciona a los comentarios hechos al inicio de la ponencia sobre dominio dual en los imperios andinos. Los grupos familiares, panacas o linajes, y el dualismo o mitades, hanan y hurin, o las mitades de arriba y de abajo, son rasgos importantes de las sociedades andinas. Son las panacas de la sociedad Chimú que ocuparían las ciudadelas de Chan Chan. Un noble de la panaca X que se convierte en soberano fundará una nueva panaca Y y gobernará en una nueva ciudadela. Y así sucesivamente, siempre con dos panacas predominantes durante cada reino de un soberano Chimú, en la manera dual andina.

En la secuencia de Chan Chan, la evolución es paralela entre Este y Oeste.
>En un principio, sólo una ciudadela, en la mitad Este de la ciudad, tendrá una plataforma funeraria, la tumba de un soberano de la panaca gobernante.
>En el siguiente periodo, el mismo patrón se repite. Una nueva panaca, constituida por el nuevo soberano, edifica su ciudadela en la mitad Este y será el centro de poder de la ciudad y el imperio.
>En el tercer periodo, una vez más, la nueva panaca gobernante construye su ciudadela en mitad Este, como lo demuestra la plataforma funeraria.
>En el cuarto periodo no hay plataformas funerarias asociadas a ninguna de las dos nuevas ciudadelas.
>Es sólo en este último periodo de la historia de Chan Chan que dos plataformas funerarias son construidas para dos ciudadelas en la mitad Oeste (una de las cuales es del periodo previo). Al fin, el poder llega a la mitad Oeste.

Nuestra comprensión de los sistemas dinásticos prehispánicos se ha enriquecido mucho con el detallado análisis de la evolución de la ciudad de Chan Chan, capital del imperio Chimú.

Para un mayor desarrollo sobre el tema vea La Ciudad Prehispánica de Chan Chan


HORIZONTE TARDIO – INKA Sociedad imperial – integración territorial.

La extensa red de caminos inca representa una de las facetas más sorprendentes de la organización administrativa del imperio. (FL 17) Conocida como el Qhapaq Ñan, la red vial se extendía 4600 Km. desde los puestos de avanzada del imperio en el sur de Colombia hasta el valle del Maule en el centro de Chile, la extensión del imperio en el año 1532. Su centro u ombligo era el Cusco, de donde se establecía los límites de los cuatro suyus o territorios del Tawantinsuyu. De mayor trascendencia en la red son los sitios que se comunicaban a lo largo y ancho del imperio y que integraban el territorio.

Existían muchos caminos en la época anterior a los incas. Las sociedades Wari y Chimú que tuvieron amplios territorios también necesitaron buena comunicación entre provincias para la distribución de productos, comercio, y movimiento de ejércitos. Sin embargo, los Incas lograron renovarlas, mejorarlas, pero sobretodo integrarlas en una extensa red que servía la administración imperial desde cada uno de los centros administrativos provinciales. La red se organizaba en dos ejes longitudinales y múltiples ejes transversales, de la sierra a la costa, o del altiplano a los valles.

John Hyslop, el mayor estudioso de esta red, opina que la ubicación de los centros se debía a factores políticos, económicos, ambientales y también religiosos. Es decir, estos sitios no se ubicaban a distancia regular, sino en relación a estos factores. Por ejemplo, en una zona sin mayores recursos naturales y despoblada se hacia sólo el camino y algunos tambos. Pero en una región con importantes recursos minerales, como en los sitios de los Andes argentinos, rica en minerales, se desplegaba todo el sistema organizativo: sitios de administración, tierras del sol, almacenes, minas, talleres de fundición, migración de fuerza laboral con los mitimaes, etc.

(FL 18) Los sitios tenían una jerarquía que ordenaba el sistema administrativo:
>Primer nivel: centros administrativos provinciales, con amplios complejos de almacenaje, en los principales nodos del sistema.
>Segundo nivel: centros de producción (agrícola, metalúrgica) con complementos administrativos menores y/o militares en la región.
>Tercer nivel: puestos militares en zonas intermedias cercanas a regiones con insurgencias o dominadas, con barrios de cuartel, administración, habitación, a veces kallanka, collcas, y plaza con ushnu.
>Cuarto nivel: estaciones o tambos de descanso y reabastecimiento a lo largo de las calzadas. Estos se establecían a distancias regulares, algo que no ocurría con los centros mayores. El número de estructuras de un tambo era reducido, con pocas collcas y casi nada de evidencia de estructuras rituales.

Además los caminos conectaban entre huacas y sitios sagrados, muchos de ellos rocas, promontorios, nevados e islas. Muchas estas huacas naturales fueron arregladas para fungir de los sitios sagrados más importantes. El principal santuario fue el de la Isla del Sol (FL 19), ya usado en tiempos Tiwanaku, pero al ser el Lago Titicaca, origen legendario de los Incas, la temprana conquista de Pachacuti convierte la isla en un santuario muy preciado y muy restringido. Otro caso importante del cambio del paisaje que realizan los Incas, y un buen ejemplo de la dominación pacifica de un imperio, es el templo del Sol de Pachacamac que dominará el sitio que es casa del oráculo más popular de la costa central.

Para un mayor desarrollo sobre el tema vea
Qhapaq Ñan - Camino Real e Imperio Inca


Comentarios finales

Hemos visto que los imperios andinos realizan importantes progresos en la evolución de los sistemas políticos del mundo. Los avances de la “civilización” andina guardan rasgos en común con otras regiones prístinas de desarrollo de civilización pero nos enfrentamos a sociedades que, por ejemplo, no inventan escritura para tales propósitos de organización territorial. Inventan, mas bien, otra serie de instrumentos, como el quipu, usado para contabilidad para la economía del ayllu y en los complejos de collcas que los Incas tenían a través del mundo andino.

Estos progresos de las sociedades andinas se hace aun más patente cuando ampliamos nuestra perspectiva y consideramos ya no la formación de imperios sino la formación de estados, como es el caso de las sociedades tempranas del 2000 AC en la costa peruana. Pero esa es otra historia.
 

Para examinar todos los módulos sobre arqueología andina vea Módulos Flash de Arqueología Andina.