página
Arqueología Andina y Tiwanaku
Opinión
29 de noviembre de 2010
Poco después de la decisión de la
Universidad de Yale de devolver la colección de Machu Picchu.
Ideas expresadas de forma personal.
Enviadas al diario El Comercio,
29 de Noviembre 2010
versión pdf
versión publicada por El
Comercio, 2 de diciembre 2010
Señores El Comercio,
Opinión
Quisiera trasmitirles mis felicitaciones por su continua y exigente
labor periodística en referencia al tema de Machu Picchu vs. Yale. La
decisión anunciada la semana pasada de la devolución de las piezas es
una victoria para todos los que de manera directa o indirecta se han
interesado por el tema.
En vuestro caso de El Comercio, han sido constantes en la difusión de
noticias, antecedentes y opiniones sobre el delicado tema de la
recuperación de este bien patrimonial que es la colección de Machu
Picchu. Si bien estas gestiones llevadas por el gobierno llegan a buen
fin, nunca nos enteraremos de los detalles que conllevaron a la abrupta
decisión por parte de la Universidad de Yale después de largos años de
negarse a hacer cualquier concesión, incluyendo la devolución
incondicional de la colección. Para el bien de la joven disciplina de la
gestión del patrimonio en Perú, seria interesante conocer la estrategia
del gobierno en lograr este cometido, que trasciende el aspecto político
y se inscribe en una etapa más en el manejo del patrimonio en Perú.
Ahora el foco de interés se concentra sobre Perú donde la inserción de
la colección en el contexto museológico nacional será de suma
importancia. Ello no para los funcionarios del museo de la Universidad
de Yale que no tienen más ninguna voz no voto sobre la colección, pero
para la comunidad académica, política y la sociedad civil nacional. Así,
creo que esta victoria se convertiría en una victoria pírrica si es que
no la cultivamos para continuar impulsando la mayor profesionalidad y
lógica a largo plazo en la gestión del patrimonio cultural.
A estas alturas, podríamos proponer una frase cliché, como ¡El cuidado
de nuestro patrimonio empieza en casa! En un país tan rico de patrimonio
como Perú hay muchos casos de excelente gestión de su patrimonio. Pero
no por ello se debe desconocer que hay casos dramáticos que necesitan
inmediata atención. Que la celeridad que todos hemos demostrado con el
caso de la colección de Machu Pichu se traslade a la gestión del sitio
mismo, que ha demostrado en los últimos años se manejado con argumentos
políticos y económicos mas que patrimoniales. Que el sitio de Machu
Picchu sea el (solitario) caballito de batalla, casi troyano, del
crecimiento del turismo en Perú es una decisión muy peligrosa, que no
considera que las estructuras patrimoniales tanto monumentales como
artefactos no son ajenos al uso excesivo y que sufren profundamente en
su aspecto físico.
Ayudemos entonces a crear conciencia en nuestra sociedad que el caso de
la colección de Machu Picchu no era, no es, ni será la única o más
importante emergencia que aqueja al patrimonio en Perú. Era en realidad,
en perspectiva, era el caso más fácil de resolver. Es bastante más
complejo crear un plan a largo plazo que asegure que el sitio de Machu
Picchu estará en las mismas condiciones que hoy, y porque no mejores, en
los próximos 50 o 100 años, es decir para el bicentenario de su
redescubrimiento.
Una importante parte de este proceso es admitir que, en general, se ha
hecho poco progreso en la capacidad de gestionar el patrimonio de manera
sustentable equilibrada con los beneficios económicos del turismo. Que
el gobierno quiera que más de un millón de personas visite Machu Picchu,
el sitio que se trata de defender al recuperar su importante cultural
material (y que recuerden apoyó fervorosamente para un bobo concurso
cibernético cuando ya era Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con
las responsabilidades que ello implica), es ejemplo de este doble
estándar que existe respecto al patrimonio, que se percibe con un bien
infinito y de beneficio ciertamente público pero ilimitado. Pues no. Un
bien patrimonial necesita de rigurosa planificación para asegurarse que
su integridad física e histórica se preserve para generaciones futuras
de Perú y del mundo. ¡El cuidado de nuestro patrimonio empieza en casa!
Atentamente,
Álvaro Higueras, Ph.D.
Antropólogo, DNI 07820867
|